Álvaro es un joven ejecutivo con un puesto de responsabilidad en una multinacional que se…
¿A quién no le ha pasado alguna vez? Estamos navegando tranquilamente por nuestra web favorita cuando al intentar acceder a una página… ¡publicidad que no queremos ni nos interesa ver!
Afortunadamente para los usuarios, desde hace ya algún tiempo comenzaron a desarrollarse aplicaciones que bloquean, eliminan o incluso seleccionan los anuncios que se muestran en las webs, haciéndolos menos agresivos y más user friendly. Nos referimos por supuesto a los Adblockers.
Desde su aparición han provocado muchos quebraderos de cabeza a los departamentos de marketing, al ver bloqueadas sus campañas por estos programas. De hecho la popularidad de estos “bloqueadores” es tal que se espera que al menos un tercio de los usuarios globales de internet lo utilicen en 2017, por lo que es evidente que han llegado para quedarse.
¿Cómo afectan los adblockers a los departamentos de marketing?
Muchos usuarios encuentran los anuncios intrusivos en su experiencia online y deciden buscar maneras de impedir su aparición. Actualmente podemos encontrar adblockers tanto en móvil como en PC, que además son sencillos y fáciles de instalar.
Esto hace que muchas campañas publicitarias pierdan efectividad al no llegar realmente a los target que persiguen. Los formatos habituales (banners, sliders, skins, etc) no impactan directamente en una gran cantidad de usuarios que podrían ser potenciales clientes. Incluso es un problema para la publicidad programática que, aunque ofrece contenido personalizado, no siempre puede saltarse los exigentes filtros de los adblockers.
La industria del marketing ha reaccionado a lo largo de los años de diversas maneras. Los sistemas de suscripciones han sido el gran contraataque publicitario a los adblockers. Empresas como Spotify o Youtube permiten evitar anuncios y conseguir mejor calidad al pagar una suscripción mensual y subir de nivel a usuario “Premium”. Aunque esta solución válida para algunos no tiene sentido en muchos otros casos.
Otra manera de contraatacar ha sido el desarrollo del branded content, una herramienta muy eficaz para luchar contra los adblockers, que consiste en la creación de contenidos de calidad en los que las marcas tienen presencia (y por tanto impacto publicitario). Los propios usuarios, precisamente por ese valor que tienen, los consumen de manera natural sin tener la sensación de estar viendo publicidad.
Incluso se han llegado a tomar acciones legales en contra de estas herramientas y a bloquear los contenidos si no se desactivan en la página web por la que navega el usuario. Esta solución es la que han tenido que desarrollar los medios digitales que, en buena medida, dependen de las impresiones publicitarias en sus páginas para poder sobrevivir.
¿Hay que temer a los adblockers?
Desde el perfil de un departamento de marketing podemos ver a los adblockers como amigos o enemigos. Es verdad que hacen que nuestras campañas pierdan eficacia pero, al mismo tiempo, suponen una oportunidad.
Una oportunidad de ser más creativos y un reto para conseguir mejor resultados, ya que es evidente que el usuario está cada vez más cansado de una publicidad intrusiva que solo quiera vender sin aportar ningún valor.
Podemos ver el vaso medio vacío, pero verlo medio lleno es mucho más beneficioso. Todos los retos suponen una oportunidad y los adblocker no son una excepción…