Es innegable que, desde la popularización de las redes sociales, vivimos mitad de nuestras vidas…
¿Cómo se viste la gente en tu oficina? Lo más probable es que, si no tienes un código de vestimenta concreto, tus compañeros vistan igual que cuando no están trabajando.
Está claro que la vestimenta en las empresas depende del sector y de la compañía pero, en la actualidad, la mayoría de las empresas dan libertad a los empleados para vestirse. De esta libertad surge lo que podría ser un problema para algunos: ¿Te vistes igual cuando estás en el trabajo que fuera de él? ¿Te sientes en “modo laboral” cuando llevas la misma ropa en que casa que en el trabajo? ¿O, por el contrario, te cuesta concentrarte en el trabajo si llevas ropa “de calle”?
Karen Pine, profesora de psicología de la Universidad de Hertfordshire, alerta que vestir de manera casual puede provocar una bajada en el grado de alerta y concentración del trabajador. “Cuando nos ponemos una prenda es normal que adoptemos las características que ya tenemos asociadas a la misma. Mucha ropa tiene un significado simbólico para nosotros así que cuando nos la ponemos nuestro cerebro tiende a comportarse de acuerdo a ese significado”, comenta la profesora. Por esta razón nos sentimos más en forma con ropa de deporte, por ejemplo.
En su libro “Mind what you wear: The Psychology of Fashion” (Ten cuidado con lo que te pones: la psicología de la moda), la doctora nos cuenta varios experimentos que se llevaron a cabo para demostrar esto. Por ejemplo, uno en el que se pidió a un grupo de estudiantes que llevaran una camiseta de Superman durante un día. Los alumnos contaron que se sentían mejor con esta camiseta, más fuertes y atractivos que con otra ropa.
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¿Cuál es el verdadero problema de la vestimenta en el trabajo?
Como hemos comentado anteriormente, muchas compañías insisten en que sus empleados se vistan sin ningún código, como irían en cualquier otra situación. Pero lo cierto es que para algunos empleados esto puede ser problemático. En los estudios de Karen Pine vemos la capacidad que tiene la forma de vestir para influir en el comportamiento de las personas, a veces resulta difícil desconectar verdaderamente del trabajo si no lo ves también en tu ropa.
Un ejemplo muy claro es el de las personas que necesitan ponerse ropa cómoda o el pijama para estar en casa. En este caso vemos que esas personas tienen la necesidad de desconectar incluso con la ropa para conseguir relajarse después de una jornada laboral.
En el caso de estas personas, su productividad y atención aumentará si van vestidos con ropa que consideren “de trabajo”.
Sin embargo, según la doctora Jennifer Baumgartner, autora de “You are what you wear”(Eres lo que vistes), no existe un estudio que determine al 100% que la productividad disminuya dependiendo de la vestimenta, y la autora considera que esto es algo más subjetivo que depende exclusivamente de las condiciones del individuo.
¿Afecta de verdad a tu desarrollo laboral?
Aparte del tema de cómo te sientes tú con la vestimenta, existe el problema de cómo te perciben los demás y esto, dentro de una empresa, es importante. Puede que pienses que en el siglo en el que estamos, este tipo de prejuicios sobre la ropa deberían haber sido superados, pero la realidad es que la ropa influye en nuestra percepción de las personas.
Varios estudios demostraron que cuando se trata de negociaciones laborales, suelen conseguir más éxito las personas que van vestidas de una manera más formal. También, se estudió que la aceptación suele ser mayor si se cumplen las expectativas, esto quiere decir que esperamos que un cirujano lleve una bata o que un abogado vaya en traje.
Sin embargo, si a esa expectativa le sumamos algún toque único, como una bata de cirujano de otro color o una corbata llamativa en un traje, la percepción suele ser mejor.
En general, podemos concluir en que la originalidad moderada suele ser vista como positiva por los demás y que lo que se sale totalmente de la norma suele ser percibido como más negativo al romper totalmente las expectativas.
¿Cómo te tienes que vestir entonces?
Al fin y al cabo se trata de que trabajes como te sientas cómodo (siempre dentro de los límites de la empresa) y si crees que tu productividad se va a ver afectada por una vestimenta demasiado casual, puede que necesites diferenciar la ropa del trabajo y la de calle. Si, por otra parte, trabajando con ropa más cómoda desarrollarás mejor tus tareas, entonces ese es el camino que debes seguir.
En conclusión, que tu manera de vestir influya en tu carrera depende de ti, de que identifiques cuál es tu estilo y cómo quieres adaptarlo al trabajo.