Descubre todos los beneficios de los espacios de trabajo compartidos
Las interacciones con dispositivos dotados de inteligencia artificial son cada vez más habituales en nuestra sociedad, y, por supuesto, esta situación llega también al entorno laboral, donde desde hace algún tiempo se viene discutiendo qué consecuencias puede tener la automatización de los puestos de trabajo para las organizaciones y los propios trabajadores.
Que la automatización está presente ya en algunos sectores ya ni siquiera forma parte del debate. En realidad, ahora el foco está más en hasta qué punto puede una máquina sustituir a un ser humano a la hora de realizar un trabajo.
Decía Marvin Minsky, uno de los padres de la inteligencia artificial, que al fin y al cabo qué somos las personas sino máquinas muy evolucionadas. Según él, algún día la inteligencia artificial podría llegar a sustituir a cualquier humano independientemente del trabajo. Y no es el único que compartía esta visión. El conocido científico Stephen Hawking ha hablado en alguna ocasión de que la lenta evolución biológica humana llegará un día en que no pueda competir con la inteligencia artificial, que será capaz de funcionar por sí sola.
Sin embargo, por suerte parece que la realidad aún está lejos de ser así. En lo que se refiere a los puestos de trabajo, sí existe un tipo de trabajo que son más susceptibles de automatizarse, principalmente aquellos que se caracterizan por la repetición y la uniformidad en sus labores.
Empleos de este tipo pueden darse por ejemplo en las cadenas de producción industrial, donde una máquina realmente puede ser más eficiente que un ser humano.
Por otra parte, en otros empleos donde un trabajador no solo hace una actividad durante su jornada laboral, como sucede con la mayoría de los empleos de “cuello blanco”, es más complicado que una máquina pueda sustituir la labor humana.
Al hilo de esto han surgido dos tendencias contrapuestas respecto a cómo la inteligencia artificial afecta o afectará al mercado laboral. Los llamados tecno-pesimistas piensan que son más los inconvenientes que tiene el avance de la inteligencia artificial, con la destrucción masiva de puestos de trabajo. Del otro lado, los tecno-optimistas observan considerables ganancias en productividad si las máquinas se encargan de hacer ciertos trabajos, y de paso creen también que se generan nuevas oportunidades
Más allá de estas visiones, ¿qué supone la automatización del puesto de trabajo en términos de negocio para las organizaciones? Si hablamos de beneficios puros, la automatización elimina la posibilidad del error humano, reduce los costes y dar una importante ventaja competitiva a la empresa que la adopta y apuesta por ella.
Veámoslo desde tres dimensiones distintas que afectan al proceso:
- Actividades: No solo las tareas más simples y repetitivas pueden ser asumidas por máquinas con inteligencia artificial. Según un estudio de McKinsey & Company, ya existen casi un 45% de los empleos en los que esta tecnología ha demostrado ser efectiva.
- Roles y procesos: Lo que parece claro es que la automatización puede cambiar en buena medida las tareas que forman parte de un puesto de trabajo. En consecuencia, algunos roles y perfiles se deberán redefinir en la descripción de sus funciones. Y por extensión, surgirán también nuevas oportunidades ligadas al manejo de sistemas de inteligencia artificial.
- Impacto universal: La integración entre Big Data y Machine Learning puede dar lugar a sistemas capaces de analizar datos de mercado complejos y tomar decisiones de negocio basadas en miles de indicios que un ser humano jamás podría analizar en conjunto, por lo que la percepción del valor del puesto de trabajo de quienes se dedican a tomar decisiones estratégicas también podría variar. En cambio, ocupaciones más difíciles de automatizar, como las relacionadas con el arte y las letras, podrían verse revalorizadas.
De cualquier forma, si tienes curiosidad por saber en qué medida tu actual trabajo puede ser llevado a cabo por una máquina, te recomendamos visitar esta peculiar herramienta desarrollada a partir de los datos del estudio de McKinsey que mencionamos más arriba.
Otro reto para las empresas, es el concepto de Job Crafting, o lo que es lo mismo, la adaptación del puesto de trabajo a las nuevas necesidades laborales.
En conclusión, la inteligencia artificial y el machine learning van a cambiar la concepción que tenemos ahora mismo de nuestros propios empleos, parece ser simplemente una cuestión de tiempo. Será un verdadero reto ver cómo se integra en muchos de los aspectos de nuestro entorno laboral. Pero un reto apasionante en cualquier caso.