La Programación Neurolingüística (PNL) podría ser definida como una especie de manual de instrucciones de…
En esta ocasión te hablamos sobre dos técnicas que te ayudarán a sacar el máximo partido a tu comunicación y a lograr el mayor impacto posible, tanto a la hora de comunicar en público como a nivel interpersonal. Estas técnicas son la calibración y el rapport, y forman parte de la Programación Neurolingüística, un concepto creado por Richard Brandler y John Grinder que se basa en la conexión entre los procesos neurológicos, el lenguaje y el comportamiento. Estas metodologías, aunque son distintas, se complementan la una a la otra con el objetivo final de analizar el comportamiento de los públicos, empatizar con ellos y mejorar la comunicación entre ambas partes.
Hace poco hablábamos en el blog de Euroforum de una de las principales herramientas de la Programación Neurolingüistica para mejorar la comunicación en público: el VAK.
Una herramienta que servía para aumentar la eficiencia de los discursos al dirigirse a todas las audiencias en función de su sentido predominante (Visual, Auditivo o Kinestésico). Las distintas maneras que hay de transmitir una misma idea era el aspecto clave para aplicar exitosamente el VAK.
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La Calibración en PNL
La Calibración es una herramienta en la Programación Neurolingüística que utilizamos de forma natural en muchas ocasiones y se basa en la observación. Se trata de aprender a captar los matices en el lenguaje corporal de los públicos a los que quieres dirigirte, para buscar posteriormente una sincronización que consiga una mayor efectividad en la comunicación hacia ellos.
Mediante la observación del lenguaje en el momento en el que se está interactuando con el público, podemos obtener valiosos datos sobre la persona o audiencia que tenemos delante. Con estos datos pasaremos a definir las técnicas de calibración que emplearemos, para ello hay que analizar:
- La postura: Si está relajado, tenso, distendido, inquieto…
- Los gestos: Tanto los más visibles (por ejemplo, el movimiento de los brazos), como los más pequeños (las manos, los pies…).
- La expresión facial: Observar los movimientos oculares, labios y boca…
- La voz: Estudiar su tono, cadencia, las pausas y silencios, el volumen…
- La respiración: Si es alta o baja, rápida o profunda…
Con todo ello se pueden extraer conclusiones acerca de si nos están, o no, prestando atención, si nos mienten, cuál es su estado físico y cuáles son sus necesidades reales sin prestar atención exclusiva a su lenguaje verbal.
Aunque la Calibración en PNL tiene una gran desventaja: la imposibilidad de análisis a ciertos públicos. Los miedos e inseguridades hacen que muchas personas no se muestren tal y como son realmente, coartando no sólo su lenguaje verbal sino también sus gestos, posturas o tono de voz. Este fenómeno dificulta la capacidad de empatizar con nuestro público objetivo y, por consiguiente, la definición de una estrategia de Calibración adecuada.
Como comentábamos al principio, la Calibración y el Rapport están estrechamente relacionados entre sí, de hecho la Calibración nos sirve para sacar el máximo partido a la siguiente herramienta de la Programación Neurolingüística (PNL) que os queremos contar: el Rapport.
El Rapport en PNL
Explicado de una forma simple, el Rapport podría definirse como el control del lenguaje no verbal para conseguir un ambiente de confianza entre interlocutores. De esta forma, es posible tomar ventaja en la comunicación con otras personas o grupos: mostrando, o dejando de mostrar, ciertos sentimientos como el nerviosismo. Esto se consigue reprimiendo aquellos comportamientos y actitudes que denoten dicho sentimiento.
Llevar a cabo un correcto Rapport en PNL es muy complejo, ya que requiere de un gran conocimiento sobre uno mismo. La principal ventaja competitiva es saber cómo actúas según la situación en la que te encuentres, si eres capaz de definir todos tus comportamientos y actitudes en cada escenario posible: nerviosismo, miedo, desconfianza, alegría, interés, etc. también serás capaz de reprimirlos o potenciarlos según lo que te interese mostrar al público con el que te estás comunicando.
Según Jorge Jiménez, el objetivo del Rapport es básicamente “crear sintonía, lograr una sinergia con la persona o personas con la que se esté interactuando”. Con ello se genera un ambiente de confianza y una conexión que de alguna forma provoca que la otra persona se sienta cómoda y se muestre más accesible, o tenga una mejor impresión de nosotros.
En este caso particular, es sencillo de explicar e igualmente sencillo de realizar, pues para que Jorge Jiménez haga un rapport óptimo, lo único que hace falta es que adopte discretamente las pautas del lenguaje analógico del otro. Imitando su postura, sus micro-gestos, su tono, cadencia y volumen de voz… podrá generar ese ambiente de sintonía y confianza al que hacía referencia.
Sin embargo, según cuál sea tu público objetivo, tu forma de comportarte e interactuar durante la conversación o discurso puede variar. De ahí la importancia de conocerse tanto a uno mismo como a la persona o grupo de personas hacia las que queremos comunicarnos. De esta forma, sabremos adaptar nuestro lenguaje no verbal para generar la seguridad y la confianza entre ambas partes.
El motivo por el que el Rapport está tan vinculado a la Calibración, es precisamente la observación. A través del análisis del público se pueden sacar las pautas de actuación y comportamiento, que variarán según el objetivo que se persiga con respecto al público objetivo.
En resumen, dominar estas herramientas y técnicas de la Programación Neurolingüistica que hemos repasado: tanto el VAK, como la calibración y el rapport, pueden servir para desarrollar nuestro máximo potencial comunicativo y otorgarnos ventajas competitivas en reuniones de trabajo, entrevistas y exposiciones en público.
¡Pruébalas y cuéntanos tu experiencia!