Solemos culpar a la tecnología de las distracciones y los errores que cometemos, que si…
Es sabido por todos que la vuelta al trabajo después de unas vacaciones de ensueño no es tarea fácil. La depresión postvacacional ataca y ese “vengo con las pilas cargadas” suena muy poco convincente. Por más que pensemos que es simplemente una queja extendida, lo cierto es que 1 de cada 3 trabajadores sufrirá esta depresión vacacional al reincorporarse tras el verano.
Esta reincorporación no tiene por qué convertirse en una pesadilla y es posible volver al trabajo siendo productivos y estando felices. Como de la experiencia se aprende, hay ciertos trucos que queremos compartir contigo para cuando vuelvas de vacaciones, vuelva también tu energía y eficiencia.
Antes de volver
Quitarse una tirita de golpe duele, lo mismo ocurre con los madrugones. Para que no escueza tanto, intenta prepararte con antelación, poco a poco. La semana anterior haz un esfuerzo y practica un ejercicio: ve a dormir pronto y levántate temprano. Siempre cuentas con el comodín de la siesta cuando todavía estás de vacaciones, así que no te costará tanto.
Crear un hábito requiere ciertos pasos y uno de ellos es la rutina.
El calentamiento
Los primeros días al volver haz “estiramientos” (no literalmente), es decir, tómatelo con calma. No te comprometas a muchas reuniones, no digas que si a todas las tareas… prioriza y ve avanzando paso a paso. Gestiona tu tiempo y no seas demasiado exigente contigo mismo o no podrás llegar a todo con la mejor eficiencia.
En esta etapa te conviene ponerte al día con compañeros, es más fácil que el impacto sea menor si te cuentan otros lo que ha ido pasando. Si, por el contrario, llegas e intentas entenderlo todo con los emails que tienes en la bandeja de entrada, te agobiarás y dejarás la productividad de lado.
Hablando de los emails, en lugar de enfrascarte en responder todos los emails, prioriza los que consideres urgentes y el resto ya lo irás viendo los siguientes días.
“¡He vuelto!”
Informa a tus clientes de que has vuelto para que puedas ponerte al día. También habla con tu jefe por si tuviera tareas importantes para ti o si hubieras dejado algo en el tintero antes de irte.
Mientras tanto, cuídate y mantén unas rutinas sanas: buena comida, ejercicio, mucho agua, meditación… Las vacaciones suelen ser épocas de excesos y es hora de volver a ser tú mismo y mimarte tanto por dentro como por fuera.
Concéntrate
Una vez hayas cogido el ritmo, no te dejes distraer por cualquier cosa. Mantente concentrado en tus tareas y olvídate de los compañeros preguntándote por las fotos del viaje o de las redes sociales. Una buena manera de mantener la concentración en las tareas pendientes es escribir cada mañana que debes hacer, así tendrás mayor control sobre tu productividad.
Las vacaciones no son tabú
Muchas veces para “protegernos” de la depresión postvacacional evitamos pensar en las vacaciones y en lo bien que lo pasamos. Sin embargo, no es buena idea hacer eso ya que cuando recuerdes o veas algo al respecto el golpe te pegará más fuerte.
Recuerda lo bien que lo pasaste, se agradecido de ese momento y mantente presente en el que estás. Puedes usar estos recuerdos como motivación para tu siguiente viaje.
Así que, ya sabes lo que tienes que hacer para superar la depresión postvacacional: Poco a poco, cuídate y mantente motivado. ¡Que se note que te has llenado de energía en las vacaciones!