Continuamos con la serie de artículos dedicados al Design Thinking, en la que ya hicimos…
Volvemos con nuestra serie de artículos sobre el Design Thinking. Anteriormente habíamos hablado de la fase de mapeo y de la de exploración/síntesis, tomando como referencia la propuesta de Designpedia. Ahora le toca el turno a la fase de construcción.
Sabiendo a qué contexto nos enfrentamos y habiendo investigado el problema planteado, hay que construir las soluciones. Nos encontramos en la fase de buscar las ideas y materializarlas.
Para sacarle todo el partido a las técnicas y herramientas de esta fase vamos a diferenciar dos momentos:
Índice de contenidos
1.Construcción en Design Thinking: El momento de idear
Este paso se centra en pensar siguiendo ciertas herramientas que nos ayudarán a que las ideas fluyan y a encontrar la que más se adecúe a nuestro problema. No será necesario utilizar todas estas herramientas en todos los casos, dependerá del problema a solucionar:
- Brainstorming: Tras recabar toda la información sobre el problema a solucionar, es recomendable hacer un brainstorming (lluvia de ideas) entre los miembros del equipo. Esto nos ayudará a que fluyan las ideas y así poder analizarlas y determinar qué camino seguir.
- Selección de ideas: Cuando tengamos varias ideas procederemos a elegirlas teniendo en cuenta su grado de idoneidad y viabilidad. Se elige la que tenga mejor puntuación en ambas variables y se “guardan” el resto de ideas por si la primera no funcionara.
- What if: Se trata de partir de ciertas premisas aceptadas como verdaderas e imposibles de cambiar y preguntarse “¿qué pasaría si…?”. De esta manera aparecerán ideas totalmente disruptivas.
- Hibridación por agregación: Esta herramienta está especialmente pensada cuando van a colaborar dos empresas. Consiste en juntar campos de conocimiento, no mezclarlos sino, más bien, conectar sus conceptos. De esta manera pueden surgir ideas totalmente nuevas y diferentes.
- Hibridación por traslación: Otra manera de dar con nuevas ideas es este tipo de hibridación que consiste en descontextualizar un tema e integrarlo en un nuevo campo de acción.
- Hibridación por síntesis: El último tipo de hibridación consiste en dividir los temas que queremos juntar en sus elementos esenciales ya que será más fácil encontrar un nexo a través de estos elementos que entre dos temas, a priori, imposibles de juntar.
- Co-creación: Esta técnica consiste en solucionar un problema con la ayuda de un grupo en el que estén implicados tanto personas externas a la investigación del problema como personas implicadas en el mismo, que ya lo conocen y lo investigaron. De esta manera se contará con ideas “no contaminadas” que vendrán desde fuera y con los conocimientos de quienes ya estaban involucrados en el proceso.
Utilizando estas técnicas (todas las que se consideren necesarias) se podrá llegar a una idea concreta que dará solución al problema planteado al inicio de este proceso de Design Thinking. Pero las ideas tienen que llevarse a la práctica para comprobar su eficacia, y esto se consigue con el siguiente paso:
2.El momento de prototipar
Este paso consiste en comprobar la idea de manera empírica, para ver su eficacia y validez. La clave de prototipar es “construye para pensar”, es decir, ver la idea materializada de alguna manera, ayudará a ver qué hay que cambiar en ella, por lo tanto, te ayudará a pensar. En primer lugar, tenemos que decidir para qué hacemos el prototipo:
- Prototipar para empatizar: Puede ser que hagamos el prototipo para poder comprender como será la idea real, así cuando el equipo vea la idea, podrá entenderla y empatizar sobre cómo la vería el público.
- Prototipar para pensar: Este caso funciona bien cuando nos encontramos ante ideas muy abstractas de las que resulta difícil sacar un concepto claro. Para poder entender bien la idea, primero se haría el prototipo y así dejaría de ser abstracta.
- Prototipar para mostrar: Este caso suele utilizarse cuando se trata con clientes y hay que enseñarles la idea de manera clara y precisa. Una tecnología que está ganando terreno en este ámbito es la realidad aumentada.
Cuando ya sabes para qué vas a prototipar es el momento de definir qué tipo de prototipo harás:
- Prototipo físico: Sentir que la idea es física, que la puedes tocar y ver de cerca, puede ayudar significativamente a la mejora de la misma. Aunque sea de manera muy sencilla, utilizando alguna de las técnicas que veremos más adelante, poder tener la idea materializada ayuda mucho a ver sus posibilidades de mejora.
- Prototipo rápido: En este caso se trataría de un primer prototipo si se necesita feedback con rapidez. De manera simple, se explican los puntos clave de la idea para comprobar que esos son los cimientos en los que queremos que se sostenga o si hay que cambiarlos.
- Prototipo funcional: En este caso intentaremos aproximarnos lo más posible a lo que sería la idea real, para comprobar hasta qué punto se puede llegar. En el caso de tener que mostrárselo a un cliente, también se ajustarían los precios.
- MPV (mínimo producto viable): Consiste en lanzar un producto con las mínimas características a los primeros clientes para comprobar que satisface sus necesidades y que sería rentable sacarlo definitivamente al mercado.
Además, para llevar a cabo ambas fases, tanto la de idear como la de prototipar, podemos utilizar una serie de herramientas:
- Storyboard
- Storytelling
- Infografías
- Impresiones 3D
- Role Play
- Maquetas de cartón
- Esquemas
- Mockups
Son solo algunos ejemplos de técnicas que se pueden utilizar, por supuesto dependerá de qué ideas quieras llevar a cabo.
Ya nos queda poco para terminar el proceso de Design Thinking, no te pierdas nuestro siguiente artículo para ver cómo termina este proceso.