¿Te suenan de algo estas siglas: GDPR? Quizá no lo ubicas todavía, pero…. ¿y…
La figura del Compliance Officer o Director de Cumplimiento Normativo en las organizaciones ha ido ganando peso en los últimos años en España. La necesidad que tienen las empresas de actuar de acuerdo a las normas en entornos cada vez más regularizados y cambiantes explica la aparición de esta figura.
Originalmente surgió en el sector financiero, y en España comenzó a ganar peso a raíz de la reforma del Código Penal que en 2010 introducía la responsabilidad penal para las personas jurídicas, o, dicho de otro modo, responsabilidad penal para las empresas y sus representantes legales.
El motivo es que, pese a contar con los departamentos legales, en muchos casos las empresas necesitan una figura que vele por que las actuaciones de la empresa a nivel colectivo y de los trabajadores a nivel individual sean las correctas. Y esto no siempre es fácil, especialmente cuando se trata de sectores con una amplia y compleja legislación alrededor.
De esta forma, el Compliance trabaja tanto con la parte ejecutiva como con la plantilla de la organización con el fin de identificar y manejar correctamente las situaciones que pueden ser delicadas desde el punto de vista legal. Para ello, parte de su labor consiste en definir y establecer los sistemas de control interno necesarios para minimizar o eliminar el riesgo derivado de incumplir las normas.
Además, su labor debe ser “business friendly”, es decir, además de velar por el cumplimiento de las normas a todos los niveles de la empresa, tiene que estar al día en la legislación del sector y anticipar los cambios, tanto para aconsejar a la empresa en un momento dado y que pueda tomar provecho de una modificación en las normas antes de que se produzca, como de avisar en el caso contrario y recomendar no seguir un camino que después puede tener efectos negativos para el negocio.
El concepto de Compliance lleva implícito también la noción de ética, pues no siempre el cumplimiento de las normas asegura un comportamiento ético por parte de las organizaciones. Es labor de esta figura asegurarse de que, además de moverse en la legalidad, la empresa y sus trabajadores actúan de forma ética por el camino.
Sin embargo, y pese a la importancia adquirida en los últimos años, el Compliance aún tiene un gran camino que recorrer en la pequeña y mediana empresa, que en realidad conforman la gran mayoría del tejido empresarial español. Esto se debe principalmente a la falta de recursos. De cualquier forma, es creciente el número de organizaciones en las que esta figura va adquiriendo importancia.
Una de estas empresas es uno de nuestros clientes, Astellas Pharma, con quien hemos realizado recientemente un taller para, precisamente, sensibilizar a sus empleados acerca de la aportación de valor del Compliance a la organización.
A raíz de los últimos cambios organizativos que ha vivido la empresa, Astellas tiene como objetivo realzar esta figura como palanca de diferenciación en el sector farmacéutico, tan sensibilizado con el tema.
Para ello preparamos un amplio programa para 300 asistentes en el cual se logró integrar los conceptos relacionados con el Compliance con los valores de la compañía.
El uso de herramientas tecnológicas que permitían la interacción durante las charlas y talleres dinámicos fue uno de los puntos fuertes de la experiencia, en la que también destacó el taller “Integrity in Action”, donde se puso de relieve a los asistentes la importancia de actuar de manera integra en todos los niveles de la empresa.
Una experiencia única e inolvidable que ha permitido a todos los empleados de Astellas reforzar la imagen y la importancia que el Compliance tiene para el negocio.