¿Has realizado alguna vez un DAFO? Seguro que sí. La matriz DAFO es una herramienta…
“It’s a new brand world”
Esta es la primera frase del artículo “The brand called you”, escrito en 1997 por Tom Peters, pionero en la acuñación del término “marca personal” o “personal branding”.
Un término que ha evolucionado mucho desde entonces y que viene a hablar de que las personas pueden ser entendidas como marca en tanto en cuanto dejan una huella en los demás. El objetivo es que esa marca sea la que realmente se quiere dejar.
La marca personal, trasladada al entorno directivo, tiene una gran relevancia. Por el interés del propio ejecutivo en primer lugar, y también para la empresa que al fin y al cabo no es ajena a un mundo cada vez más digital en el que la presencia de sus miembros en Internet puede repercutir directa o indirectamente en la reputación de la compañía.
Por eso es importante conocer los pasos necesarios para crearse una marca personal reconocible y positiva. ¿Cuáles son esos pasos?
- ¿En qué somos buenos?
Realizar un análisis introspectivo en el que se determine realmente cuáles son las habilidades que nos hacen marcar las diferencias, es el primer paso en la construcción de la marca personal. Es conveniente también pedir la opinión de los demás para obtener una visión de conjunto. Una vez estén definidas se ha de pensar en cómo encajan en nuestro sector de trabajo.
- Los perfiles en RRSS
Si ya sabemos cuáles son esas cosas que hacemos mejor que nadie, es el momento de empezar a comunicarlas. En primer lugar crearemos nuestros perfiles sociales de manera exhaustiva y coherente, tratando de utilizar en la medida de lo posible los mismos nombres y fotografías que hagan de nuestra marca personal un sello inconfundible. Además, es conveniente comenzar a relacionarse en las redes con las personas relevantes para nuestro sector y que nos pueden ayudar a dar difusión a nuestra marca personal.
- ¡A generar contenido!
Con nuestros perfiles en redes a punto es el momento de empezar a alimentarlos generando contenido que nos defina como marca y nos posicione dentro de nuestro mercado. Para ello estudiamos las principales empresas para las que nos gustaría trabajar, delimitamos algunas palabras clave que las caractericen y comenzamos a generar contenido en torno a ellas.
- Medir la evolución
Una vez dados los primeros pasos, la dificultad está en mantener la regularidad. Ser constantes en nuestra presencia y mantenernos actualizados con todo lo que sucede en el sector es una gran forma de diferenciarnos del resto y ser progresivamente percibidos como “voz autorizada” por el resto de profesionales. Para medir cómo evoluciona nuestra marca personal, una buena idea es googlearnos para ver qué información arroja sobre nosotros el buscador que utiliza el 95% de los usuarios en España. Idealmente, deberían aparecer en las primeras posiciones los enlaces a nuestros perfiles en las distintas redes sociales en que tengamos presencia, noticias en las que se nos haya mencionado, nuestro blog personal si lo tenemos…
- Rodearse de gente
Para comunicar y dar credibilidad a la marca personal necesitas a los demás. Es importante que tus subordinados vean que eres quien dices ser, y de la misma forma rodéate de profesionales a los que le guste tu marca, se sientan identificados con ella y en definitiva te sigan y te ayuden a alcanzar tus metas.
- Separar tu marca de tu vida personal:
Por último, no hay que olvidar que una vez tenemos una voz reconocible para los demás, esa voz tiene poder. Por tanto todo lo que decimos es susceptible de volver a surgir algún día, para bien o para mal. Críticas a la competencia, fotos personales en perfiles que utilizamos para comunicar nuestra marca… Hay que tener cuidado con lo que publicamos.
Estos son los pasos para conseguir una potente marca personal y convertirnos en lo que el experto Dan Schawbel llama el “Yo 2.0”. Para ello, no hay más secreto que conocerse perfectamente a uno mismo y ser constante en la difusión de nuestra marca.
¡Ya puedes empezar!