Calibración y rapport, dos herramientas de la PNL para hacer nuestra comunicación más eficiente.
La Programación Neurolingüística (PNL) podría ser definida como una especie de manual de instrucciones de la forma en que nos relacionamos con los demás. Desde su punto de vista, lo relevante no es lo que nos pasa, sino lo que creemos que nos pasa, nuestras reacciones.
Se trata de una disciplina creada en los años 70 por el matemático Richard Bandler y el lingüista John Grinder, originariamente centradas en la comunicación y el cambio personal, pero que hoy en día tiene muchas más aplicaciones.
Según sus autores, existe una relación entre los procesos neurológicos, el lenguaje y los patrones de comportamiento que se adquieren con la experiencia, y se puede actuar sobre estos últimos para conseguir mejorar en ciertos aspectos de la vida.
Como por ejemplo, en la forma en que nos dirigimos a los demás. A la hora de hablar en público todos los detalles cuentan, incluso aquellos de los que no somos conscientes, y la PNL tiene herramientas que se pueden utilizar para optimizar la manera en que transmitimos nuestros mensajes y persuadimos a nuestra audiencia, haciendo nuestra comunicación mucho más efectiva.
Una de estas herramientas es el modelo VAK, que son las siglas de Visual, Auditivo o Kinestésico. Según la PNL, todos los seres humanos tienen un sentido predominante que utilizan por encima de los demás. De esta forma, la manera en que comunicamos a las personas en función de cuál sea ese sentido determina el impacto y la efectividad de nuestro mensaje en cada individuo.
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¿Cómo podemos identificar a las personas visuales, auditivas o kinestésicas, en base a su programación neurolingüística?
Una persona visual tiende a pensar en imágenes, y a hablar alto y rápido. Son más propensos a establecer y mantener el contacto visual. Una de sus características podría ser el uso del color como patrón para ordenar las cosas.
Las personas auditivas piensan en sonidos, y no necesitan hablar tan alto y rápido como los visuales. Al expresarse utilizan más palabras de tipo auditivo (hablar, oír, escuchar…) y son sensibles a los ruidos muy fuertes.
Las personas kinestésicas recuerdan más los tactos, texturas y sensaciones. Hablan más bajo y más despacio que el resto, y suelen tener posturas más relajadas. En su forma de expresarse encontramos frecuentemente metáforas que evocan el sentimiento de lo que cuentan.
Es importante dejar claro que todas las personas tienen algo de los tres tipos, pero para la PNL hay una o dos de estas categorías que predominan en cada individuo. Respecto a su aplicación a la comunicación y la oratoria, la conclusión es que una misma idea se puede expresar en visual, auditivo o kinestésico.
De esta forma cuando se ha de hablar para una audiencia, por ejemplo, en una reunión en el trabajo, podemos aplicar esta técnica construyendo los mensajes para llegar a los tres tipos de personas. Para ello se puede variar la forma en que comunicamos las ideas principales a lo largo del discurso con el fin de aumentar la efectividad de nuestras palabras.
Desde Euroforum, cuando realizamos acciones de formación, tanto online como presencial, incluimos presentaciones que contienen diapositivas impactantes, vídeos motivadores, audios que inspiran y actividades por equipos o individuales para desarrollar y memorizar los temas tratados.
En definitiva, hay que llegar a todos los sentidos, para que la comunicación sea eficaz.
El VAK es sólo una de las herramientas de la PNL. En futuros post os hablaremos de otras técnicas que podéis aplicar para mejorar la calidad de vuestra comunicación. ¡No dejéis de seguir nuestro blog!