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“La guerra por el talento está acabada, y el talento ganó”
Está sería la transcripción aproximada de una frase bien conocida en el mundo anglosajón y el entorno de los recursos humanos. Procede de un estudio del año 1998 llevado a cabo por la consultora McKinsey & Co, en el que algunas de sus conclusiones hablaban del que sería el recurso más importante para las compañías en los próximos 20 años (hasta 2018): el talento.
La guerra por el talento hace referencia al reto que enfrentan las empresas y los profesionales de los departamentos de recursos humanos ante la escasez de auténtico talento, especialmente en sectores en que se requiere mayor nivel de especialización técnica. Es una constante en el mundo del empleo actual.
Aunque la expresión fue acuñada hace ya unos años, en los últimos tiempos se ha visto a las empresas librar esta guerra con mayor o menor intensidad en función de los ciclos económicos, la evolución de la tecnología o la globalización. Pero, como ya concluía el estudio de McKinsey en el 98, al final siempre gana el talento.
La gestión del talento es uno de los núcleos que deben desarrollar las organizaciones a través de los departamentos de recursos humanos para que su negocio funcione. Dado que el talento es algo que se suele ver como un bien escaso, es lógico pensar que las empresas compitan fuertemente por él.
En este contexto, los profesionales encargados de esta gestión del talento deben enfrentar esta “guerra” teniendo en cuenta distintos planos que forman parte de la misma realidad:
- Fuentes de talento: Desde el departamento de recursos humanos es vital saber dónde se puede encontrar a los profesionales que la organización necesita para alcanzar sus objetivos. ¿Universidades? ¿Masters? ¿Empresas de la competencia? La respuesta depende del entorno de cada empresa, pero es importante tener estas fuentes bien localizadas.
- Aumentar el engagement con el talento actual: Además de mirar hacia fuera, es importante que las empresas sepan cómo retener lo que ya tienen dentro y les está sirviendo para cumplir sus objetivos. Programas de retención del talento, benefits, formación y posibilidades de desarrollo… Son muchas las técnicas para lograrlo, pero son los responsables de la empresa y del departamento de recursos humanos los que determinen cuáles se ajustan a las necesidades de los profesionales de la organización.
- Pensar en el futuro: A partir de lo visto en los dos puntos anteriores, también es importante establecer y sistematizar un canal de gestión del talento que permita conseguir a la empresa los empleados idóneos para su desarrollo.
Sin embargo, también hay expertos que señalan que, en realidad, en la guerra por el talento no ha habido ganadores, y lo explican por el auge de tres tendencias del mundo laboral que alejan el talento de las organizaciones:
- El aumento de los buscadores de empleo pasivos: Hoy más que nunca la rotación laboral es muy elevada, como lo es el número de empleados que no están satisfechos con su trabajo, y están dispuestos a considerar otras opciones. Según estudios de LinkedIn suponen entre un 45% y 60% del total de empleados que están tienen un perfil en la red social. Este escaso nivel de compromiso hace que sea difícil para la empresa retener el talento.
- El auge del auto-empleo: Con tantos trabajadores que no tienen un nivel de estima alto por su puesto de trabajo, el atractivo del auto-empleo crece y provoca que muchos de los más talentosos sueñen con él, incluso a costa de ganar menos dinero. Las expectativas de libertad y flexibilidad en este caso son determinantes.
- El crecimiento del espíritu emprendedor: Este efecto es especialmente visible entre los jóvenes, desencantados con las tradicionales carreras que ofrecen las empresas, donde a menudo han de pasar por largos años de becas, prácticas, escasa remuneración… Por ello, los que tienen talento se interesan por emprender y desarrollar su propio proyecto, alejándose de las compañías.
Pese a todo esto, es presumible que la guerra por el talento en el mundo empresarial aún se está librando y sucede de manera constante a nuestro alrededor.
Y tu, ¿qué opinas? ¿Crees que el talento gana o que en este caso, como algunos argumentan, no ha habido ganadores?
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