Medir el éxito en una formación no siempre es sencillo... ¡Aprende a hacerlo!
En 2002 David Allen publicaba Getting Thing Done, cuyo título en español fue Organízate Con Eficacia. Un bestseller, considerado como un auténtico manual de autoayuda en la mejora de la productividad del tiempo evitando el estrés.
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La mente como gran generadora de ideas, pero no como almacén para ellas
Acumular ideas en la mente genera estrés y reduce la productividad de nuestro cerebro. “La mente está para obtener ideas, no para acumularlas” afirma Allen. Esto es el principio fundamental de la técnica GTD. Pero, ¿cómo funciona? GTD es un sistema de organización que se resume en 5 pasos: 1. Recopilar 2. Procesar 3. Organizar 4. Revisar 5. Ejecutar Este proceso consiste básicamente en descargar archivos, en vaciar la mente. Es decir, debemos anotar (en una app, en un bloc de notas, en una hoja, en Evernote, etc.) todas las tareas pendientes que tenemos acumuladas en nuestra cabeza, dejando nuestra mente vacía y limpia. Pero no solo eso, guarda todo aquello que capta tu atención, una carta, una revista, el post-it de la nevera, etc. Puedes acondicionar para ello una caja en la que ir guardando cualquier cosa que sea organizable y pueda ocupar un espacio en tu mente. Cuando la caja esté completa, será el momento de empezar a vaciarla, analizando uno por uno cada ítem guardado. A partir de aquí simplemente tendremos que ir tomando diversas decisiones, preguntarnos si ese ítem implica una acción o no, si es un proyecto o es una tarea que sólo nos va a suponer dos minutos de nuestro tiempo. Y dependiendo de las respuestas que adjudiquemos a estas preguntas, tomaremos decisiones; archivamos esa tarea, la tiramos a la basura (por ejemplo si es una carta con publicidad), la ejecutamos en el momento, la anotamos en el calendario, la posponemos sin fecha, etc. Básicamente el GTD es un método que nos permite mantener todas nuestras tareas diarias y las que vayan surgiendo agrupadas y ordenadas siguiendo unos parámetros, en un lugar externo a nuestra cerebro y todo ello con el fin de evitar una saturación de la mente con “cosas que debo recordar” o “tareas pendientes por hacer”, liberando ese espacio y cediéndoselo a las nuevas ideas. Porque como decíamos al principio de este artículo, tal y como defiende Allen la mente no es un almacén, sino una máquina de generar ideas. Para más información consulta la web de David Allen http://gettingthingsdone.com/ .