El fast feedback (literalmente “respuesta rápida”), se refiere a obtener una crítica u opinión acerca…
En los últimos años el abandono laboral ha aumentado preocupantemente y se calcula que desde el 2010 el número de empleados que ha dejado voluntariamente su puesto de trabajo se ha multiplicado por cinco. Además, la duración media de los trabajadores en los empleos también se ha reducido, por lo que los departamentos de recursos humanos se ven obligados a hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué estamos haciendo mal?
Es cierto que en muchas ocasiones los motivos por los que los empleados dejan su puesto se deben a factores externos, como una situación económica inestable en el país, la vuelta a los estudios, querer pasar más tiempo en casa…
Sin embargo, también son importantes las razones que implican a la compañía en esta decisión. Como empresa es importante ser consciente de la causa de la renuncia para poder mejorar en la retención del talento.
A continuación detallamos algunas de las razones más habituales por las que un trabajador deja su empleo y las posibles soluciones de las que la empresa puede tomar nota:
Sentimiento de pertenencia a la empresa: En muchas ocasiones el trabajador se plantea si los valores de su organización están alineados con los suyos y si por ello su trabajo es importante.
Si la respuesta es negativa, la empresa tiene que saber por qué ocurre esto y cómo puede remediarlo. Para ello es importante mantener una comunicación directa fluida con los empleados y conocer su grado de satisfacción.
Un ejemplo de claridad en la comunicación de su misión es Google, cuya misión es bien conocida: Organizar la información y hacerla accesible y útil para todo el mundo”. Sus empleados saben que su trabajo ayuda a que este objetivo se cumpla se sienten útiles al entender en que se traduce su trabajo.
Escasa motivación: Si bien es cierto que es deber del propio trabajador mantener una actitud positiva y proactiva hacia su puesto de trabajo, no lo es menos que muchas veces esa buena predisposición se pierde por el camino. Y detrás de esa pérdida suele haber una causa, extrínseca o intrínseca al propio empleado, que la provoca.
Factores externos como las condiciones laborales, el sueldo, las pagas extras y benefits… son importantes y afectan a la motivación del trabajador, pero también sus propios gustos, filosofía de vida o preferencias a la hora de realizar un trabajo tienen incidencia en cómo desarrolla su trabajo.
De estos dos tipos de motivaciones son las últimas, las intrínsecas, las que tienen mayor peso en las personas, y en este caso es deber del Departamento de Recursos Humanos identificar qué motiva a cada empleado y si los nuevos candidatos pueden sufrir por la falta de motivación debida a alguno de los factores que hemos visto.
Malos managers: Una de las razones más importantes de renuncia es la relación del empleado con sus managers. Esta relación está muy ligada al compromiso del empleado con la empresa. De esta manera, un manager que no dirija correctamente a sus empleados, no se comunique con ellos y no demuestre empatía hará que el empleado pierda interés en el empleo y quiera abandonarlo.
Un buen manager es fundamental para que el empleado crezca en la empresa y se sienta parte de ella. Las compañías deben poner el foco en formar buenos managers que entiendan al equipo y mantengan elevada la motivación de los trabajadores.
Pocas oportunidades para crecer: Todos los trabajadores tienen ambiciones y aspiran a crecer profesionalmente. El problema surge cuando la compañía no puede proporcionar este futuro laboral que los trabajadores persiguen.
Por eso es importante que el empleado sienta que no se va a quedar estancado en un puesto de trabajo sino que avanzará y podrá optar a tener un recorrido dentro de la empresa.
Recibir formación, aumentar la responsabilidad en el puesto, tener personas a su cargo… cada empleado tiene unos objetivos en cuanto a su futuro laboral y, una vez más, la comunicación es la clave para conocer estas aspiraciones y crear el marco adecuado para que pueda cumplirlas.
No hay diversión: Las rutinas de trabajo están cambiando y las estrictas ocho horas diarias detrás de una pantalla de ordenador cada vez quedan más desfasadas. Los empleados buscan trabajos que los estimulen y empresas que se salgan del modelo tradicional.
Hay una tendencia cada vez más extendida de adaptar los espacios de trabajo para que los empleados tengan tiempo de desconexión: sofás, zonas de siesta, mesas de billar…
Está demostrado que la “diversión” en el espacio de trabajo con unas rutinas menos estrictas dan como resultado una mejora en la productividad y un mayor compromiso del trabajador con la empresa. Y como consecuencia directa se reduce la rotación de la plantilla.
Aquí te hemos dejado alguna de las claves para evitar que los trabajadores renuncien a su empleo. Sin embargo estamos seguros de que tú, como trabajador, has tenido otras razones a la hora de dejar un trabajo. ¿Las compartes con nosotros?