Puesto que no somos todos iguales, es obvio que no todos encajamos en los mismos…
La realidad aumentada forma parte ya de nuestro mundo, y aunque es una tecnología que aún está dando sus primeros pasos, son muchas las empresas que intuyen que en pocos años va a cobrar una importancia capital en su día a día, ya que cambia la manera en que aprendemos, tomamos decisiones e interactuamos con nuestro entorno.
Se estima que hacia 2020, una vez evolucione la tecnología y aumenten los perfiles disponibles para su desarrollo e implantación en las organizaciones, la inversión en realidad aumentada se va a disparar.
Es una previsión que se fundamenta en una realidad muy significativa: la brecha que existe entre la riqueza de datos disponibles hoy en día y el mundo real en el que debemos aplicar esos datos para extraer su valor. Es una desconexión que limita la capacidad que tenemos de sacar partido de toda esa información, con el perjuicio que esto supone para las empresas.
Se podría explicar también como un problema de dimensiones. Nuestro entorno es 3D, pero los datos normalmente están en 2D (una hoja de un informe, una pantalla…). Como bien sabe cualquiera que tenga que trabajar con manuales para construir, interpretar o arreglar cosas, esta traducción del 2D al 3D no siempre es sencilla.
Aquí es precisamente donde se intuye todo el potencial que la realidad aumentada tiene para las empresas. Esta tecnología superpone los datos digitales en el mundo físico, ayudando a cerrar esa brecha a la que antes hacíamos mención.
En el entorno de la empresa, la realidad aumentada será muy importante en la formación y el desarrollo de los empleados, va a transformar la forma de relacionarse con los clientes, la manera de diseñar y hacer frente a los proyectos, y en general va a tener influencia en toda su cadena de producción.
Hoy en día, la tecnología de la realidad aumentada está más enfocada a mostrar los contenidos a través de apps de dispositivos móviles, pero la tendencia en el futuro es hacia dispositivos tipo manos libres, que permitan un mayor grado de interacción con el entorno.
Teniendo todo esto en cuenta, como decíamos en el título de este post, las empresas van a tener que plantearse integrar esta tecnología en sus estrategias de negocio. Veamos por qué va a ser tan importante:
- Valor añadido para la empresa: La realidad aumentada va a estar presente tanto en el propio producto o servicio (pensemos por ejemplo en manuales con los que se puede interactuar con dispositivos de RA) como en muchos de los procesos de la cadena de producción (formación, logística, reuniones…), por lo que su impacto en la organización es elevado.
- Diferenciación: Implementar la realidad virtual en nuestros productos o servicios va a servir para diferenciarnos de la competencia desde varios puntos de vista: creando experiencias únicas dentro de la organización que se reflejen en una mayor calidad de los productos, ofreciendo más información al usuario final e incrementando como consecuencia de ello sus ratios de fidelización.
- Reducción de costes: Invertir en realidad aumentada se puede traducir en una reducción de los costes de formación, logística, diseño y otras partes de la cadena de producción. Será la propia empresa la que, en función de su posicionamiento y sector, decida dónde puede ahorrarle mayores costes esta tecnología.
- Comunicación con los stakeholders: En las distintas vías de comunicación de la empresa con sus grupos de interés, desde los empleados hasta los medios de comunicación, la implantación de la realidad aumentada sirve para interactuar a un nuevo nivel y obtener mayor nivel de relevancia e impacto con cada uno de estos públicos.
En conclusión, la realidad aumentada es algo con lo que todas las empresas deben empezar a contar si no lo han hecho todavía. Sus aplicaciones son casi infinitas y sus ventajas para la organización, a todos los niveles, son notables. Si quieres saber todo lo que sucede en torno a esta tecnología… ¡sigue el blog de Euroforum!