Tu próximo trabajo: Defensor de Tecnología Ética

La Transformación Digital es una realidad que ya está cambiando nuestra sociedad desde hace algún tiempo, con un impacto creciente en la economía y la manera de organizar el trabajo.

El poder transformador de conceptos como la Inteligencia Artificial, el Big Data, el Internet de las cosas, la revolución mobile o el sistema blockchain nos encaminan poco a poco hacia la que algunos ya denominan Cuarta Revolución Industrial.

Este desarrollo tendrá consecuencias directas en nuestra forma, nuestras expectativas y nuestra calidad de vida. Pero también tendrá una importante vertiente en los mercados de trabajo.

El desarrollo del proceso digital propone nuevos retos a empresas y trabajadores, que ahora más que nunca han de renovarse o morir, y define la aparición de nuevos puestos de trabajo que aún ni siquiera existen.

Pero sí podemos inferir en qué sectores se moverán estos nuevos perfiles, y ver algún ejemplo de por dónde podrían ir estos nuevos puestos de trabajo, gracias a estudios como Tomorrow’s Jobs (elaborado a modo de whitepaper por Microsoft y The Future Lab), en el que además se incluye una completa descripción de cada uno de estos nuevos puestos que hacia 2025 podrían ser habituales:

• Diseñador de Realidad Virtual: En unos pocos años la mayoría de nosotros pasaremos mucho tiempo en los mundos virtuales, según todas las predicciones de crecimiento de esta tecnología. Por ello surgirá la necesidad de expertos especializados en el diseño de estos mundos, donde cada detalle ha de encajar en el conjunto y dicho conjunto ser al mismo tiempo creíble para el usuario que se sumerge en él. Éstos expertos trabajarán de manera transversal en la creación de mundos destinados al placer, el trabajo o el propio hogar de los usuarios.

• Defensor de Tecnología Ética: Se estima que en muy poco tiempo robots y sistemas inteligentes con capacidad de aprendizaje serán compañeros habituales en lugares de trabajo. Estos nuevos “empleados” tendrán las mismas necesidades de comunicación (al menos laboralmente) que cualquier humano, y precisamente de esa necesidad surge la demanda de una figura que intermedie entre los empleados humanos y la inteligencia artificial. En realidad, se trataría de una persona encargada de delimitar la ética y moral bajo la cual actuarían las máquinas en su relación con los humanos.

• Digital Cultural Commentator: Una traducción para este nuevo puesto podría ser “intérprete de cultura digital”, aunque la definición del perfil en realidad va más allá. La apuesta es que para 2025 lo visual dominará el lenguaje en Social Media (un efecto que ya se puede ver en la proyección de redes sociales como Instagram y Twitter). Este trabajador especializado en la comunicación de la cultura visual sería el arma de las marcas e instituciones culturales para hacerse entender en medio de una creciente cacofonía de ruido online y llegar a través del medio digital a impactar a las audiencias del mañana hablando su mismo lenguaje, el de las imágenes.

• Freelance Biohacker: Otra de las implicaciones del desarrollo digital y las tecnologías asociadas es el de hacer más sencillo el manejo de datos y conceptos complejos, como por ejemplo los referidos a la genética humana y su manipulación. El Biohacker Freelance podrá gracias al desarrollo de plataformas tipo open source trabajar por descubrir nuevos medicamentos, curar enfermedades e incluso desarrollar nuevas criaturas genéticamente modificadas.

• Creativo de data IOT: Para el año 2025 el Internet of Things estará profundamente implantado en nuestra realidad cotidiana. Multitud de dispositivos conectados que generarán millones de datos sobre los usos, comportamientos y costumbres de sus portadores. La figura del creativo de data IOT surgirá como la de un analista capaz de filtrar, procesar y extraer jugosos insights de todos estos datos con los que mejorar las funcionalidades de cada wearable y dispositivo conectado y de esta forma conocer (aún) mejor al usuario.

Además, el estudio sugiere otros cinco puestos de trabajo que se podrían desarrollar más allá de 2025, estos con tintes más futuristas:

• Guía Turístico del Espacio: La siguiente frontera de los viajeros intrépidos es la órbita terrestre, y de este nuevo tipo de turismo surgirán puestos de trabajo enfocados a hacer más seguro e interesante la experiencia espacial.

• Creador de contenido personal: En unos años los interfaces de software cerebral serán capaces de captar pensamientos, memorias y sueños de para los usuarios. En este contexto surgirán profesionales que guíen a los usuarios en el uso de estos sistemas.

• Estratega de Reconstrucción de Hábitats: En el futuro será posible recrear y generar hábitats ideales para preservar los ecosistemas naturales y recuperar especies ya extinguidas, y para ello un especialista en la creación de estos entornos será indispensable.

• Innovador de Energía Sostenible: Poco a poco nuestros recursos energéticos se irán agotando, y será necesario generar nuevas fuentes a partir de la combinación de los elementos químicos conocidos.

• Diseñador de Cuerpo Humano: El avance de tecnologías como la impresión 3D aplicada a la medicina generará la necesidad de perfiles con una combinación de conocimientos biotecnológicos y de diseño para que las nuevas partes encajen en el receptor.

En resumen, nuevos perfiles adaptados a una nueva realidad que día a día la Transformación Digital se está encargando de componer a nuestro alrededor.

Y a ti, ¿se te ocurren más empleos del futuro que nos hayamos dejado?