El concepto de likeability está muy ligado a la marca personal que todo profesional debe…
Hace unos años parecía ciencia ficción, pero hoy en día estamos acostumbrados a ver imágenes de aeronaves que vuelan sin necesidad de que un ser humano las tripule. Son los llamados UAV (Unmanned Aircraft Vehicle), más conocidos como drones.
Su uso y desarrollo empezó siendo eminentemente militar, en misiones de reconocimiento principalmente. A partir de 2010 se generalizó el uso de los UAV pequeños, de 4 hélices y más pensados para ámbitos particulares o comerciales.
Los drones tienen cada vez más presencia a nuestro alrededor. Ya es frecuente verlos volar en parques y espacios abiertos por usuarios particulares, aunque también tienen por supuesto un papel creciente en el mundo empresarial.
La idea de tener un dron zumbando a tu alrededor en la oficina mientras efectúa incansablemente sus tareas programadas desde luego ya no parece descabellada. Pero… ¿en qué consistirán esas tareas?
- Al nivel de desarrollo actual que tienen los drones, podemos aventurar que su primer y principal uso dentro de las oficinas será el transporte de documentos, mercancías o cualquier elemento que hasta hoy requería el desplazamiento físico del trabajador.
Así, algunos ejemplos del uso que pueden tener sería el trasladar documentos entre distintas partes del edificio o incluso entre distintas sedes de la organización, recoger documentos de la impresora e incluso hacer la vida más fácil a los empleados consiguiéndoles cafés y cualquier alimento que quieran sin que tengan que desplazarse a por ello.
Por otra parte, esto servirá también para que empleen su tiempo de una forma más eficiente, con los beneficios consiguientes para la organización.
- Otra gran aplicación de los drones, relacionado con el punto anterior, es que permitirán a los empleados cuyo trabajo consiste en la supervisión de lugares físicos (por ejemplo, el estado de una obra, del tendido eléctrico, la seguridad de algunas instalaciones…) ahorrar tiempo y energía gracias al video en tiempo real, lo cual supondrá de nuevo una mejor gestión de tiempo y recursos para la empresa.
Más adelante, en futuras evoluciones de los drones que aumenten su funcionalidad, será posible que además desarrollen tareas más complejas de manera autónoma. Por ejemplo, la reparación de instalaciones o la sustitución de piezas o elementos de sistemas de difícil acceso que estén estropeados o no funcionen correctamente.
Aunque es necesario tener en cuenta que para poder normalizar la presencia de los drones el entorno debe cumplir con ciertas condiciones de amplitud y accesibilidad que permitan a estos pequeños bots desplazarse cómodamente y evitar accidentes.
En conclusión, en el caso de los drones en la oficina, parece simplemente una cuestión de tiempo. Los límites de las tareas que podrán realizar los marcará solamente su propio desarrollo tecnológico. ¿Estarán las empresas preparadas para ellos?